Fotógrafa de profesión, ilusionista de vocación con un trabajo altamente femenino y simbolista.
En este momento construyo pequeños mundos de plástico, papel y plastilina, llenos de situaciones fantásticas, hurgando en las experiencias de la vida femenina convirtiéndolas en fabulas con la esperanza de reflejar la moraleja para encontrar (quizás) la cura de la propia locura o simplemente sacar a pasear a los demonios internos. Esos que se gestan en los sueños de la infancia para perseguir en las pesadillas de la vida adulta.
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